ESTADO CORPORATIVO Y POLÍTICA DE MASAS: EN EL CARDENISMO, 1934-1940
1- La postura conservadora de Calles, ante las demandas populares que lo alejó de las organizaciones de trabajadores, uno de los pilares que descansaba la fuerza de jefe máximo. Ante esta situación la labor agrarista y el contacto constante de Cárdenas con los trabajadores michoacanos, cuando ocupó la gubernatura en aquél estado, alcanzaba un notable contraste que le valió el apoyo popular.
2- Su prudencia ante los conflictos religiosos.
3- La reorganización del gabinete presidencial expulsando a los callistas y colocando, en su lugar, a reconocidos cardenistas.
4- El fortalecimiento del presidente Cárdenas durante la crisis de junio de 1935, al recibir apoyo de múltiples organizaciones de trabajadores dispuestos a combatir a Calles.
5- El sector campesino apoya a Lázaro Cárdenas porque se les ofrece y entrega la reforma agraria.
6- El ejército apoya el cardenismo y le es leal ya que le ha dado voto y voz. El poder presidencial que Lázaro Cárdenas obtiene, no amenaza el poder militar, sino lo consolida.
7- A los empresarios les ofreció un proyecto económico viable.
La campaña se basó en el Plan Sexenal, como compromiso ideológico con el pueblo y con quienes lo defienden, como propuesta del grupo radical de la revolución, que generaría actos concretos que se sustentaban en el pensamiento de 1917. Se enfatiza el predominio del Estado y su función de instrumento para equilibrar la desigualdad, su papel como árbitro y guía de la sociedad, y de instancia primordial en los destinos nacionales. Se tenía una idea de responsabilidad compartida, sustentada en un mandato popular que atendiera las necesidades de la población, buscando mantener más que cambiar, con una gran responsabilidad por generar instituciones.
El gobierno del Gral. Cárdenas representa políticamente la conclusión del proceso de institucionalización iniciado en marzo de 1929 con la creación del PNR, al darle a la presidencia la autoridad y autonomía que caracterizan a todo sistema presidencialista. Esta tarea no fue fácil ya que hubo que enfrentar y vencer al Gral. Plutarco Elías Calles quien se había convertido en el jefe máximo de la revolución. Los factores principales que hicieron posible el triunfo de Cárdenas fueron:
1- La postura conservadora de Calles, ante las demandas populares que lo alejó de las organizaciones de trabajadores, uno de los pilares que descansaba la fuerza de jefe máximo. Ante esta situación la labor agrarista y el contacto constante de Cárdenas con los trabajadores michoacanos, cuando ocupó la gubernatura en aquél estado, alcanzaba un notable contraste que le valió el apoyo popular.
2- Su prudencia ante los conflictos religiosos.
3- La reorganización del gabinete presidencial expulsando a los callistas y colocando, en su lugar, a reconocidos cardenistas.
4- El fortalecimiento del presidente Cárdenas durante la crisis de junio de 1935, al recibir apoyo de múltiples organizaciones de trabajadores dispuestos a combatir a Calles.
5- El sector campesino apoya a Lázaro Cárdenas porque se les ofrece y entrega la reforma agraria.
6- El ejército apoya el cardenismo y le es leal ya que le ha dado voto y voz. El poder presidencial que Lázaro Cárdenas obtiene, no amenaza el poder militar, sino lo consolida.
7- A los empresarios les ofreció un proyecto económico viable.
La campaña se basó en el Plan Sexenal, como compromiso ideológico con el pueblo y con quienes lo defienden, como propuesta del grupo radical de la revolución, que generaría actos concretos que se sustentaban en el pensamiento de 1917. Se enfatiza el predominio del Estado y su función de instrumento para equilibrar la desigualdad, su papel como árbitro y guía de la sociedad, y de instancia primordial en los destinos nacionales. Se tenía una idea de responsabilidad compartida, sustentada en un mandato popular que atendiera las necesidades de la población, buscando mantener más que cambiar, con una gran responsabilidad por generar instituciones.
Cárdenas fundó el Instituto Politécnico Nacional
para formar a los técnicos que demandaba la industria. También creó el
Instituto Nacional de Educación Física, el Consejo Técnico de Educación
Agrícola, el Departamento de Asuntos Indígenas, el Departamento de Educación
Obrera, las escuelas Artículo 123 y celebró el Primer Congreso Indigenista
Interamericano de Pátzcuaro. Se impulsó la llamada educación socialista con el
propósito de excluir de la enseñanza toda doctrina religiosa y combatir el
fanatismo.
EL
PROYECTO ECONÓMICO.
Durante los seis años de gobierno, Cárdenas
consolidó el régimen revolucionario, respondió a las demandas sociales y
antepuso el interés nacional por encima del interés extranjero. A este proyecto
se le conoce como nacionalismo económico.
El Plan Sexenal adoptado por Cárdenas proponía
entre sus puntos más importantes:
1. Considerar al Estado como rector de
la economía.
2. Elevar el nivel cultural y
económico del pueblo.
3. Luchar contra los privilegios.
4. Apoyar el reparto de tierra.
5. Fomentar la organización de
obreros, campesinos y sectores populares.
6. Industrializar el campo.
7. Impulsar la educación laica.
8. Explotar las riquezas naturales.
9. Atender la salud.
10.Nacionalizar los bienes del suelo.
Mediante el gasto público, Cárdenas también impulsó
a los empresarios nacionales, apoyó la creación de industrias nuevas y
necesarias, impuso medidas proteccionistas, creó Nacional Financiera y fundó el
Banco de Comercio Exterior; se le otorgó crédito, y también les construyó las
obras de infraestructura indispensables para el desarrollo de sus actividades.
NACIONALIZACIONES
En la noche del viernes 18 de marzo de 1938, el
General Lázaro Cárdenas se presentó ante los medios de comunicación,
principalmente prensa y radio, para enunciar uno de los hechos más
trascendentes en la historia de los Estados Unidos Mexicanos: la Expropiación
Petrolera.
Esta consistió en la apropiación legal del petróleo
que explotaban 17 compañías extranjeras para convertirse en propiedad de
los mexicanos. Entre ellas figuraban Mexican Petroleum Company of
California, Compañía Mexicana de Petróleo “El Águila” y la compañía
Exploradora de Petróleo la Imperial SA, que hoy forman las más grandes
corporaciones internacionales de comercialización de “oro negro”.
En el año de 1935 los trabajadores de las empresas
petroleras buscaban aliarse para formar sindicatos, en un principio las
compañías no lo permitieron y lograron impedir que esto sucediera. Después de
un tiempo, este objetivo se cumplió y cada compañía tenía su sindicato de
trabajadores.
El 27 de diciembre de 1935 se formó el Sindicato
Único de Trabajadores Petroleros para que permanecieran la unión y organización
entre los miembros de este sector. El 29 de enero de 1936 este sindicato se
unió al Comité Nacional de Defensa Proletaria, que fue el predecesor de la
Confederación de Trabajadores en México (CTM).
El 20 de julio del mismo año el Sindicato Único de
Trabajadores Petroleros llevó a cabo su primera convención para mostrar un
proyecto de contrato general con todas las empresas petroleras y se llamó a
huelga para demandar el cumplimiento de contrato.
Lázaro Cárdenas, en ese entonces presidente de
México, decidió intervenir para que las compañías firmaran el contrato, sin
embargo, no se llegó a concretar ningún acuerdo y su mediación no obtuvo
frutos. La huelga tuvo que posponerse alrededor de seis meses y se retomó el 28
de mayo de 1937, las consecuencias fueron radicales: nadie pudo comprar
gasolina por 12 días.
El presidente Cárdenas tuvo que calmar la
situación; la huelga se levantó con la condición de que no hubiera fallo
alguno. Las empresas petroleras dijeron que no tenían fondos para cumplir con
lo que los trabajadores demandaban y se acordó investigar a las compañías Una
vez que se llevó esto a cabo, los peritos concluyeron que la industria
petrolera mexicana producía rendimientos superiores a los de Estados Unidos.
Esta determinación hizo que los empresarios
petroleros se molestaran e hicieran amenazas de irse del país y llevarse todo
su capital; aunando esto, la situación se complicó debido a que la Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) no emitía un fallo.
Ante esta situación se respondió con una protesta,
el 8 de diciembre de 1937 hubo un paro general de labores que duró 24 horas.
Días después la JFCA falló a favor de los trabajadores y exigió a las compañías
que pagaran 26 millones de pesos en salarios que no se cubrieron en la huelga
que ocurrió siete meses antes. El sindicato exigía 40 millones, sin embargo,
las empresas se negaron y buscaron ampararse ante la Suprema Corte de Justicia.
La resolución de la Suprema Corte fue negativa para
ellos, e incluso, causó que los obligaran a subir los sueldos y mejorar las
condiciones de trabajo. Ante la molestia de los empresarios, el presidente
Lázaro Cárdenas buscó remediar la situación e intentó convencer al Sindicato
Único de Trabajadores Petroleros de que aceptaran el pago de 26 millones.
A las 8 de la noche del 18 de marzo de 1938, el
presidente Lázaro Cárdenas se reunió con su gabinete y anunció que había
decidido nacionalizar las empresas petroleras. Dos horas más tarde, se
escuchaba en la radio del país el anuncio dado por el presidente. Decía que las
compañías petroleras serían nacionalizadas por haberse negado a cumplir con las
leyes nacionales.
La decisión dejó absorta a la población y su apoyo
se hizo presente. Hubo dos grandes marchas en la Ciudad de México que
manifestaban el respaldo de los mexicanos: la del 23 de marzo, de la cual se
dice que contó con la asistencia de casi cien mil personas, y la del 12 de
abril, que se llevó a cabo en el Palacio de Bellas Artes y que tuvo como
peculiaridad que mujeres de todos los sectores sociales cooperaran para pagar
la deuda que se tenía con las compañías
El 7 de junio de 1938 se creó Petróleos Mexicanos
para ser la única compañía que pudiera explotar y administrar los yacimientos
de petróleo encontrados en el territorio mexicano. PEMEX ocupó algunas de las
instalaciones de las compañías expropiadas.
En los primeros años, hubo algunos conflictos entre
trabajadores y PEMEX; existía el riesgo de huelga y había desacuerdos en cuanto
a los derechos de los trabajadores.
No obstante, en 1942 se firmó el primer Contrato
Colectivo de Trabajo en donde se establecen las cláusulas que regulan las
condiciones laborales, administrativas y los acuerdo llegan a los sindicatos y
PEMEX. se consideró que este contrato tenía cláusulas avanzadas porque
contemplaba dar a los trabajadores el derecho a los servicios médicos,
prestaciones en caso de enfermedades, accidentes o muerte y jubilación.
REFORMA
AGRARIA Y MOVIMIENTO CAMPESINO.
Durante el sexenio del general Lázaro Cárdenas
fueron repartidas 18 millones de hectáreas a las comunidades y ejidos. El
objeto del reparto agrario lanzado durante el gobierno de Cárdenas buscaba no
sólo la satisfacción de una demanda popular plasmada en la Constitución de
1917, sino la formación de pequeñas unidades productivas, con la capacidad de
autosuficiencia alimentaria.
El Plan Sexenal, consideró que el motor de la
producción agraria debía ser el ejido y reiteró la necesidad de apoyarlo con
crédito e infraestructura. Dar tierra al campesino por la vía ejidal
significaba organizarlo, se trataba de hacer irreversible el cambio de
estructura en el agro mexicano.
Los ejidos contaron con muy pocos insumos, usaron
los que tenían a la mano: tierra y trabajo, lo cual ayudó a un empleo más
racional de estos medios de producción e hizo descender el desempleo rural. Así
y considerando que al final de la Revolución y la guerra Cristera, la mayor
parte del país estaba en la ruina económica, el gobierno de Cárdenas creó el
Banco Nacional de Crédito Ejidal (Banjidal) destinado a capitalizar a los
núcleos ejidales. La reforma agraria entonces no produjo un crecimiento
inmediato de la economía, pero los beneficiados por el proceso vieron de
inmediato mejorada su forma de vida.
Además de la repartición de tierras y el
financiamiento monetario, la reforma agraria del cardenismo incluía el
establecimiento de un sistema educativo que permitiera la formación de
profesionistas técnicos que ayudaran al desarrollo de los ejidos. Por ello,
asociados a los núcleos ejidales, se crearon escuelas donde niños y jóvenes
debían adquirir conocimientos sobre agricultura, ganadería y aquellas otras
actividades específicas que permitiera el medio ecológico. En este sentido, la
reforma agraria llevada a cabo durante el sexenio de 1934-1940 se diferenciaba
de la implementada por los gobiernos anteriores, para quienes todo se limitó a
la dotación de tierra a individuos dedicados a la agricultura a pequeña escala.
Lo que la Secretaría de Agricultura se planteaba en la segunda mitad de la
década de 1930 fue la creación de centro agrícolas competitivos.
En materia agraria, Cárdenas decretó un Código
Agrario que facilitó la expropiación de latifundios y convirtió a los peones
acasillados de las haciendas en sujetos de derechos agrarios, lo que restó
fuerza a los latifundistas y al clero. Asimismo, entregó armas a los campesinos
para que se defendieran de los guardias blancos de los hacendados que se
resistían a aceptar la afectación de sus tierras.
AUGE Y
DESARROLLO DEL MOVIMIENTO OBRERO.
La
movilización obrera estuvo encaminada a promover las huelgas que en un
principio sirvieron a Cárdenas para triunfar sobre Calles y después para dar
forma al Estado activo, participante y promotor de desarrollo económico
nacional. El punto culminante de este proceso fue la organización de la CTM en
1936 constituyendo el frente único de trabajadores, uno de los sólidos pilares
de la política cardenista. Cárdenas desplegó una intensa actividad obrerista
durante los primeros cuatro años de su gobierno; hacia 1939, cuando su política
de masas había rendido frutos, comenzó a disminuir la movilización con el fin
de dirigir el fomento hacia el sector empresarial, cuya organización también
fue promovida por el gobierno cardenista.
Cárdenas
aceleró el proceso del movimiento obrero hasta llegar a la creación de la
Confederación de Trabajadores de México (CTM). La CTM organizada a principios
de 1936 junto con la CNC, se convirtió en un pilar del cardenismo, aunque la
base no llegó a demostrar la incondicionalidad del movimiento campesino, los
organismos obreros sostuvieron la candidatura de quien Cárdenas había designado
como sucesor, el general Ávila Camacho.
NACIONALIZACIÓN DE LOS FERROCARRILES
El 23 de junio de 1937, el
presidente Cárdenas decretó la expropiación de los intereses minoritarios.
de los Ferrocarriles
Nacionales de México pertenecientes a capitalistas extranjeros, con lo que pasaron
a completo control gubernamental.
Entre las causas que
determinaron tal medida estaban:
1. El estado de quiebra de la
empresa, el cual ponía en peligro el desenvolvimiento de la economía del país,
pues tendía a paralizar el vital servicio del transporte ferroviario, dado que
las vías y el equipo de los ferrocarriles no se renovaban ni se ponían en
buenas condiciones.
2. La situación jurídica de la
empresa controlada por los capitalistas extranjeros, que no le permitía al
gobierno exigirle su colaboración en la política económica, mediante tarifas
adeudadas.
3. Imposibilidad del gobierno para
arreglar la deuda de los ferrocarriles
4. La imposibilidad gubernamental
para iniciar para iniciar la reorganización del sistema ferroviario de acuerdo
a las necesidades de la economía nacional.
La enorme deuda de los ferrocarriles tendía a
crecer cada vez más, no sólo debido a los intereses sino también por la
devaluación del peso, pues los acreedores imperialistas podían exigir el pago
en dólares.
La nacionalización de los ferrocarriles dejó
pendiente el pago de la deuda con sus intereses acumulados y el Estado pudo
trabajar en el desarrollo del sistema ferroviario de acuerdo a las necesidades
económicas del país.
Esto era fundamental, pues los ferrocarriles se
habían trazado de acuerdo a los intereses de los capitalistas norteamericanos,
quienes los concibieron como una prolongación de los Estados Unidos, y las
cuotas diferenciales de transportación, al mismo tiempo que beneficiaban a la
minería -en manos también del capital norteamericano -, agravaban a la
agricultura, la industria y el comercio con tarifas elevadas.
La política cardenista de estímulo al desarrollo
económico requería abrir nuevas líneas ferrocarrileras y proteger las
actividades productivas y comerciales, conduciéndoles medios baratos para el
traslado de sus mercancías a diversos lugares de la república. De este modo la
nacionalización de los ferrocarriles fue una respuesta a tal requerimiento de la
política de impulso al desarrollo económico.
LA TRANSFORMACIÓN DEL PNR AL EL
PRM Y SU VÍNCULO CON LAS CLASES TRABAJADORAS
La necesidad de transformar el Partido Nacional
Revolucionario surgió en un momento en que la importancia de las masas
populares fue en aumento, convirtiéndose en el soporte gubernamental en
momentos decisivos tales como la eliminación de adversarios políticos liderados
por el general Plutarco Elías Calles y la expropiación de bienes de la
industria petrolera. Fue entonces que se buscó la unificación y organización de
grandes sectores de la población fomentando la formación de corporaciones e
incorporándolas al partido oficial, modificando su estructura. El
corporativismo se vio entonces como una solución tanto para encauzar y
controlar el movimiento social, como de respaldo del gobierno.
El
Partido Nacional Revolucionario (PNR) había surgido en 1929 como una solución
para enfrentar la crisis política producida por el asesinato del entonces
presidente electo Álvaro Obregón.
Durante sus primeros años, el PNR fue un
conglomerado de partidos políticos regionales, estatales y nacionales que
fueron poco a poco subordinarse al poder central del PNR. Esta situación cambió
en la II Convención Nacional realizada en Querétaro en diciembre de 1933. En
dicha asamblea se trató la designación del candidato presidencial para las elecciones
de 1934 y la elaboración de un programa político para el próximo gobierno, el
cual se denominó Plan Sexenal. También se buscó cambiar la estructura del
partido para obtener su fortalecimiento, con la disolución de los partidos
afiliados a él, por lo que desde ese momento, y hasta 1938, el PNR estaría
formado por individuos y no por organizaciones.
El 4 de
septiembre de 1936, el Comité Ejecutivo Nacional del PNR lanzó un “Manifiesto”
cuya finalidad fue fomentar una política de ‘puertas abiertas’ para lograr una
mayor participación de los obreros y campesinos dentro del partido y promover
la unificación de los mismos en dos frentes únicos. A pesar de esta iniciativa,
creció el descontento hacia la estructura formal del partido, e incluso se
pensó en la desaparición como una posibilidad que se mostró en una reunión
hecha por legisladores de la ‘Ala de izquierda’ y publicada por el periódico Excélsior el
12 de junio de 1937.
Ante el
desprestigio del PNR, el presidente Cárdenas publicó un ‘“Manifiesto” el 18 de
diciembre de 1937, en el que anunció la transformación del partido para que
fueran integrados formalmente a su estructura los campesinos, los obreros
manuales, las mujeres, las agrupaciones juveniles y, por último, el ejército
como “reintegración ciudadana que [...] siga respaldando las opiniones
mayoritarias y velando por el mantenimiento e integridad de la Constitución y
la Ley”.
En enero
de 1938 se formó una comisión encargada de estudiar los cambios en los
documentos oficiales del PNR y aunque se planteó en un principio que tuviera la
denominación de ‘Partido Socialista Mexicano’ -nombre que, por cierto, también
a Vicente Lombardo Toledano le pareció inconveniente-, finalmente se optó por
la de “Partido de la Revolución Mexicana”.
A un mes
del manifiesto presidencial, se lanzó la “Convocatoria” a la III Asamblea
Nacional Ordinaria del PNR que se llevó a cabo del 30 de marzo al 1 de abril de
ese año, en la cual se consideró que se imponía “la necesidad de transformar
radicalmente la organización y funcionamiento de este instituto, para lograr
una más completa identificación con el régimen y con las masas laborantes del
país”
En las
bases de la Convocatoria, se llamó a cuatro sectores: I) Sector obrero, II)
Sector campesino III) Sector militar y IV) Sector popular. En este último
estarían integrados los miembros del PRN que no formaran parte de los sectores
anteriores; las agrupaciones; las agrupaciones femeninas, juveniles,
profesionistas, comerciantes y obreras que no pertenecían a las centrales
obreras contempladas en el primer sector.
La
incorporación del Sector militar al nuevo partido fue la más discutida, ya que
se temía que la participación formal del Ejército Nacional crearía divisiones a
su interior, poniendo en riesgo la estabilidad del país. A pesar de las
reticencias, finalmente, el 3 de marzo, el general Ávila Camacho,
Secretario de la Defensa Nacional publicó una ponencia, aprobada por el
Ejecutivo, en donde definía la actuación de las Fuerzas Armadas en el
instituto político. A diferencia de lo establecido en la “Convocatoria” a la
III Asamblea, en donde se nombrarían delegados del sector militar por corporaciones,
en la ponencia se aclaró que los militares participarían en el partido en su
calidad de ciudadanos, con los cual se cumplió la decisión presidencial de la
incorporación del ejército y se tranquilizó a quienes al interior del mismo se
resistieron al proyecto.
La II
Asamblea Nacional ordinaria del PNR comenzó, como se había planeado, el 30 de
marzo de 1938 en el Palacio de Bellas Artes, con la asistencia de 100
representantes del sector obrero, 96 del sector agrario, 96 del sector popular
y 101 del sector militar. Ese mismo día se firmó el “Pacto Constitutivo del
Partido de la Revolución Mexicana” en el cual los cuatro sectores se
comprometieron a no realizar acciones de tipo político-electoral al margen del
nuevo PRM y que, por otro lado, se aseguró a los sectores obrero y campesino el
mantenimiento de su autonomía en cuanto a su acción social ya la realización de
sus finalidades específicas.
También
se desprendió la “Declaración de Principios y Programa de Acción del Partido de
la Revolución Mexicana” cuyos aspectos más relevantes fueron que se aceptó el
sistema democrático de gobierno, así como la existencia de la lucha de clases,
se consideró un objetivo fundamental la preparación del pueblo para la
implantación de una democracia de los trabajadores para alcanzar,
posteriormente, el régimen socialista; se planteó como un acto de justicia de
la Revolución el colocar a la mujer y al hombre en igualdad de derechos; elevar
a nivel económico, moral e intelectual de los campesinos, la inclusión de los
indígenas a los “valores económico sociales de la nacionalidad”; así como el
impulso del cooperativismo, entre otros postulados.
En los
“Estatutos” se estableció una doble estructura: una directa cuyos órganos
centrales fueron el Consejo Nacional y el Comité Central Ejecutivo y la
indirecta que, por otro lado, sería la dominante, formada por los cuatro
sectores ya mencionados.
De esta
forma, el Partido Nacional Revolucionario se transformó en el Partido de la
Revolución Mexicana, adecuándose al cambio en la vida política del país, en el
que, de ser un partido basado en el poder personalista, ya sea el “jefe máximo”
o de cacicazgos, se pretendía legitimar el poder con el apoyo de las masas y,
ante la fuerza adquirida por ellas, el cardenismo buscó su control incorporandolas
formalmente al sistema político valiéndose de esta nueva estructura
partidiaria; sin embargo, este proyecto fue efímero al transformarse de nueva
cuenta en 1946 en el Partido Revolucionario Institucional.
Me gusto mucho su pagina y gracias por los corridos.
ResponderEliminar¡Felicidades!
AAAAAA gracias por subirloo
ResponderEliminar